domingo, 29 de junio de 2014

N° 363 - Y DALE "U"

LA REFORMA UNIVERSITARIA:

Hace más de treinta dos años deje la universidad. Y mi experiencia en ese ámbito, en el que a diferencia del colegio siempre me sentí cómodo y fui feliz; tiene que ver con la universidad pública y con la universidad privada, al estudiar en ambas (al mismo tiempo carreras distintas) tratando de recuperar los tres años que perdí en el colegio, por relajado, por mal alumno -que no es lo mismo que ser bruto-  por vale madre y por jodón.

Esos eran tiempos donde era realmente difícil entrar a la universidad. Y no como ahora, que uno puede entrar sin dar examen o con exámenes en los que el postulante se va de alivio, en un mercado donde se ofrecen títulos profesionales, con clases virtuales, en menor tiempo que la modalidad presencial y con pensiones que se propagandizan por su bajo costo (las hay  de S/.150.00 a las que solo les falta regalar un televisor HD por inscribirse como postulante) universidades que funcionan en locales inimaginables, como la Facultad de Enfermería de la Universidad San Juan Bautista, que tiene una filial  en un Centro Comercial que está en la Av. Carlos Izaguirre, al costado de la Corte Superior de Lima Norte y donde las aulas son tiendas o locales comerciales.

Lo real es que la universidad en el Perú esta en crisis porque la educación está en crisis. Que la educación esta invadida por el mercantilismo que vive el país, que en cualquiera de sus modalidades se ha convertido en un buen negocio. Como abogado me ha tocado casos, en que universidades como ESAN, ignorando que son instituciones sin fines de  lucro, cobran pensiones no pagadas, demandando judicialmente, intereses compensatorios y moratorios y pidiendo que se inscriba la demanda en la Cámara de Comercio de Lima, como si fuera una entidad financiera y bancaria.

Es en un tema como la educación, que se ve la falta de un proyecto nacional, la miopía de la clase política, la carencia de políticas de estado de largo plazo, el inmediatismo y la soberbia del poder. El nacionalismo mercantilista de los Humala-Heredia, ha impuesto una ley que si bien es necesaria, no soluciona nada; que burocratiza y regula una actividad, en la que entre otras cosas, se necesita maestros y no profesores. Yo no creo en el concepto de la universidad popular. Creo que la universidad debe ser para las élites, pero no para las élites económicas sino para las intelectuales. Lo que importa es el carácter formativo, la ilustración, el conocimiento. El título profesional depende de la constancia, de una situación personal, pero queda el conocimiento, la experiencia; el proceso de aprendizaje, si se pasa por una universidad de verdad.

En un país donde hay una serie de burros que son "doctores"; de políticos que son "honoris causa"; de analfabetos pasivos, porque solo juegan "Dotta", ven "Combate" y no leen; en un país de universitarios de cartón, porque lo único que quieren es el título profesional, que da estatus y supuestamente mejora económica; la reforma de la educación de manera integral es urgente. El sistema universitario actual, nos ha dado chóferes, que siguen cometiendo infracciones de tránsito; bachilleres que se desacomodan ante cualquier conflicto y le sacan la fulera a cualquier ciudadano. Y hasta "autodidactas" que ponen en su CV estudios universitarios que nunca hicieron, que  dan la imagen de lo que no son, que tienen un rollo efectista y por eso terminan como Congresistas, como Presidentes Regionales, como Alcaldes o como funcionarios públicos, amasando una fortuna personal que nace del "servicio a la comunidad".

Una solución temporal,  en medio del tiempo que demore la búsqueda de soluciones realistas y consensuadas, es que en principio se aparten los intereses particulares que tienen poder político y bancada personal. Que se desarticulen las mafias de catedráticos, que han tomado el poder y controlan algunas universidades públicas y privadas, en aras de la "autonomía". Contratar una institución extranjera de prestigio -léase universidad- que evalué el servicio educativo de las universidades y sancionar las deficiencias, con multas  que pueden desembocar en el retiro definitivo de  la autorización. Impedir que se formen nuevas universidades por lo menos en veinte años. Incrementar el presupuesto de la universidad pública y orientar la educación superior a las necesidades del país en lo técnico y en lo científico. Obligar a que las existentes tengan la infraestructura adecuada para la labor educativa.

Yo tengo un afecto especial por la universidad, por la vida universitaria. Allí me sentí libre, conocí ese amor de juventud que aunque no se queda con nosotros nos marca para siempre, los amigos y condiscípulos de los que hasta ahora disfruto de su amistad. Un espacio donde los diez rojos de once cursos de la época del colegio fueron anécdota e historia. Me hubiera gustado enseñar en la universidad, ser profesor universitario, pero lo que ofrecían  hace treinta años, era tan poco -como lo es ahora- que como no me gusta el sacrificio, ni la imagen; preferí que el abogado que hay en mí mantenga al  escribidor; salvo en mis días en México, donde supe que se podía vivir de escribir. 

Este es un país donde algo cambia para que todo siga igual. Creo por ello, que nos merecemos una universidad en el Perú, que sea un laboratorio de ideas, de dialogo y de debate. Una universidad que forje una verdadera clase dirigente, para que no nos refugiemos en eso de "país de emprendedores" que pueden ser personas que generan riqueza, que dan empleo, pero no diseñan un proyecto de país, que no construyen una nación. Como este es igualmente un país de complejos adánicos, el 2016 tendremos un nuevo gobierno, una  nueva ley. Un comenzar de nuevo.Tal vez para entonces las fabricas de profesionales hayan aumentado la producción...................... sin mejorar la calidad del producto.

jueves, 26 de junio de 2014

N° 362 - ¿ OTRO HABLADOR Y FIGURETTI ?

EL NUEVO MINISTRO DEL INTERIOR:




En un sector como el sector interior, donde el gobierno de la pareja presidencial, el de la "reelección conyugal"; frente al tema de la inseguridad ciudadana; ha mostrado incapacidad, demagogia e improvisación -a pesar de que el mismo Ollanta Humala se comprometió a presidir la lucha contra la delincuencia- al constituir un ente de alto nivel contra la delincuencia presidido por él; para que después de un par de publicitadas y efectistas reuniones (convocando diversos sectores y personalidades que fueron a tomar café a palacio) se olvide del tema. En ese escenario y en ese complicado sector para el régimen y para el país; se ha nombrado un nuevo ministro del Interior, (el sexto en lo que va del régimen) y este no es otro que el General (r) Daniel Urresti, que se venía desempeñando como Comisionado en Asuntos de Formalización de la Minería.

Y la nominación es preocupante, en principio no solo porque desde los tiempos de Fujimori, el nombramiento de un militar en el Ministerio del Interior, es mal visto por la policía, porque mina la moral y autoestima del personal; que ve a militares en los principales cargos del  sector, lo que implica subestimarlos no valorizarlos, disminuirlos. Y por ello, en los predios de Corpac, desde entonces, un militar es tratado por los miembros de la PNP, como "General" mientras que los de la institución son llamados "Mi General" , un hecho que dice mucho de la forma como se establecen las relaciones interinstitucionales en un contexto donde el profesional contra el delito y la delincuencia es el policía y no el miembro del ejercito.

En ese contexto, el protagonismo, el exceso de retorica, el voluntarismo y la actitud de cachaqueril de fuerza y figurettismo  del nuevo titular del Corpac, llama la atención y le puede pasar factura. Logística, inteligencia, mayor personal, capacitación, reformas diversas y el diseño de una nueva moral policial, a partir de la superación de sus deficiencias y sus limitaciones laborales, que tienen que ver; con mejorar por ejemplo, la atención y la infraestructura  del HOSPITAL DE POLICÍA -donde se atiende mal la familia policial-  son imprescindibles, para que la policía cumpla efectivamente su función. 

Y en este panorama que maltrata a la PNP, el nuevo Ministro del Interior, sin conocer el sector, sin hacer un diagnostico, se ha lanzado a meter rollo, a agitar su varita mágica de "soluciones", como si fuera un salvador de la república, cuando todos sabemos que el gobierno no tiene políticas públicas orgánicas, ni una estrategia definida sobre la problemática del sector o contra la corrupción, una lacra frente a la que el nacionalismo en campaña esgrimió el lema de "La honestidad hace la diferencia".

El Ministro Urrestri, cercano a la pareja presidencial, se ha ido de boca, ha demostrado desconocimiento del sector, mezclando temas de competencia municipal como el de las papeletas y ha apelado, a la actitud de fuerza, al guapeo, a la arenga y al efectismo mediatico, subestimado la inteligencia ajena, el sentido común y  la racionalidad del ciudadano; como si un militar bronco y gritón fuera la solución de los problemas del país, ignorando que hoy en día; un militar es el que ha derrumbado ese mito de fuerza, de autoridad y de mando de los de uniforme, al ser  mandoneado y en extremo dependiente de su mujer.

Creo que todos deseamos que el nuevo ministro tenga éxito en su gestión, pero no hay nada nuevo bajo el sol. En la política actual, el exceso de retorica, la demagogia y la facha de los entorchados, no han podido esconder la incapacidad y la improvisación, de un régimen que esta en acelerado desgaste popular. Por sus primeras declaraciones, tengo la impresión que estamos frente  a un Ministro que es más de lo mismo. Un militar atarantador y faitero, que adihere a sus capacidades profesionales, su desconocimiento en el combate a la delicuencia y en temas de seguridad ciudadana. Para simplemente suplirlo con la  demagogia, el efectismo, al voluntarismo y el figurettismo propio de la política criolla. "Mucho ruido y pocas nueces" decían mis padres. 




sábado, 14 de junio de 2014

N° 361 - BRASIL 2014

FÚTBOL, POLÍTICA Y CORRUPCIÓN: 



Comenzó el mundial BRASIL 2014. Y un hecho singular que va a caracterizar esta justa deportiva, es que no es una fiesta en todo el sentido de la palabra, pues el país esta convulsionado, con protestas que se mantienen aun iniciado el mundial. En principio, las protestas son porque el PARTIDO DE LOS TRABAJADORES (PT) no satisface políticamente las expectativas populares; porque el país se ha convertido en el reino de la corrupción y de la corruptela; del delito y de la violencia; y sobre todo, porque  en una nación donde el MOVIMIENTO DE LOS SIN TIERRA (MST) es fuerte; el Estado en lugar de satisfacer las necesidades de vivienda de los sectores más pobres, ha destinado en la organización del Mundial -en los gastos de infraestructura- una suma que es del orden de los Cinco Mil Trescientos Millones de Dólares (US. 5,300´000,000.00) que no se justifica y que tiene un fuerte sabor a corrupción. Todo esto en el marco del contexto político de las elecciones de Octubre próximo, donde Dilma Rousseff busca la reelección, en medio de un país marcado por el descontento de las masas ante la situación imperante. 

Como en el Perú el fútbol es una pasión, tal vez el único deporte de masas que hay en el país, el mundial ensombrece la agenda  política y por ello durante un mes, nos olvidaremos de que la corrupción en el Perú,  no es de ahora; sino que viene desde los tiempos de la Colonia, donde sin mayor fiscalización; virreyes como Amat y Junet y Pezuela, nombrando funcionarios venales y desviando fondos públicos de diversas fuentes, amasaron grandes fortunas, como lo gráfica  un excelente libro, del desaparecido historiador peruano, Alfonso Quiroz Norris, "HISTORIA DE LA CORRUPCIÓN EN EL PERÚ", IEP - 2013, que es un texto que debería difundirse, editarse y formar parte de una estrategia política para una cultura anti corrupción  de la que adolecemos por no tener un concepto de  nación, por no tener conciencia del valor de lo colectivo.

Y frente a la dolorosa situación de nuestros ex Presidentes de la República, frente a la detención de Presidentes Regionales, en medio de acusaciones de redes mafiosas que tienen que ver no solo con enriquecimiento ilícito o corrupción, sino con crimen organizado. Frente a un sistema anti corrupción que no funciona, porque no hay institucionalidad, ni recursos, ni verdadera vocación contra el delito, porque en el imaginario colectivo -y en el ser nacional- más fuerte es el espíritu de cuerpo, el compadrazgo, la indiferencia o la cobardía para enfrentar al poderoso, el tema no se puede seguir pateando y se necesita tomar medidas extremas. 

Porque además de lo anterior, frente a la falta de conciencia política y cultura cívica, esta la farandulización y el clientelismo de la política, que hace que en lugar de ideas, de propuestas y programas, se acepten solo regalos de los candidatos; de personajes que terminan como nuevos ricos, como gente que a partir del puesto público, amasa un patrimonio impresionante de varios inmuebles, casa en la playa, vehículos y un uso ilegal de recursos públicos, que son la plataforma de millonarias campañas re-eleccionistas que no tienen justificación y por lo que se debería optar por la no re-elección para que lo que prime sea los programas y no las ambiciones o los complejos adanicos.

Y en este panorama, cuando la pelota está en la cancha del gobierno, aparecen documentos de que Ollanta Humala y su esposa o mejor dicho Nadine Heredia y su esposo -que ejerce en su representación la Presidencia de la República- recibieron dinero de los mineros informales. Que, el hermano de la Presidenta, "administrador y tesorero" de la campaña, recibió dineros sin justificar, algo que ya se sabía desde hace tiempo, pero que el poder hizo que  el hecho "se olvidara"...... hasta ahora, que comienzan los presidentes consortes a transitar el camino de salida de Palacio de Gobierno. Un camino que los va a llevar al mismo banquillo donde están sentados sus antecesores; y esto para que la Sra.Heredia explique las "asesorías" y los "estudios"   por los que recibió entre  treinta mil y cincuenta mil dolares para lavar el dinero rentregado por Hugo Chávez.

Y en un país donde dejar hacer dejar pasar es un icono; donde la pendejada es un deporte nacional. Donde no hay partidos y los líderes o los candidatos mienten cínicamente sobre una institucionalidad inexistente, mientras el mantener la crisis, la nada, el statu quo o el usufructo del poder es "hacer partido" ; queda claro que como todos tienen rabo de paja o buscan sacarle la vuelta a la ley, la corrupción que se va a sancionar es la ajena, porque la propia como dice el Congresista Abugattas, "es buscar desestabilizar al gobierno". 

Durante la ocupación chilena en la Guerra del Pacífico, los sureños se preciaban que organizaron  la administración tributaria peruana y que la dejaban funcionando en el país al terminar el conflicto; lo anterior, porque era un sistema marcado por la falta de tributación, por las exoneraciones a los amigos del gobierno y por las corruptelas. Hoy lo que hagan los gobiernos contra la corrupción termina siendo insuficiente, porque en la mente de los que ejercen el poder y en la de los grandes estudios que patrocinan intereses privados, como cabe la posibilidad de que ley que impulsan le sea aplicada;  siempre hay puertas abiertas, recovecos legales o leyes no tan drásticas -como debería ser- y eso finalmente se traduce en impunidad. 

Durante treinta días el fútbol va a ser el centro de nuestra existencia. Los Messi, los Cristiano Ronaldo, los Neymar, van a eclipsar a los Alvarez, a los Alan García, a Doña Susana Villarán y al resto de personajes de nuestra farandula política. En ambos escenarios la corrupción marca la cancha; en Brasil con el sobre costo de las obras y en Perú además de todo lo anterior, con un dirigente como Manuel Burga que no quiere dejar el cargo. En el caso del Perú, a pesar de que se han hecho esfuerzos significativos; en los últimos años, por los lastres propios de nuestra idiosincrasia y nuestra falta de institucionalidad; creo que una vez más "jugamos como nunca y perdemos como siempre".