
Nadie me podrá negar que en el caso del Perú, éste es un DÍA INTERNACIONAL DE LA MUJER muy especial. Y lo es, porque todos aquellos arquetipos sobre la debilidad y la desigualdad de la mujer, de la necesidad de su empoderamiento, de la violencia y el machismo sistemático que sufren, se hace añicos en el imaginario popular y en la realidad de los vericuetos del poder, re valorando la imagen de la mujer en el Perú, gracias a la pareja presidencial y sobre todo gracias a Doña Nadine Heredia, que ha reivindicado a la mujer peruana, a punto tal de ser hoy la más genuina expresión de poder en el Perú.
Cuando iniciábamos esta enriquecedora y vital experiencia del blog. Una experiencia que nos acerca a ese deseo de comunicación constante que marca nuestra vida; publicamos en el día de San Valentín, un artículo que hoy, cuando lo que esta en debate, es el tema de quien manda en el Perú, de quien es verdadero poder, el poder que prevalece entre las sabanas de de los Humala-Heredia; es necesario reseñar, reescribir y volver a insistir sobre él: El concepto de la mujer fálica .
Como escribíamos ayer (LA MUJER FÁLICA - 14 de Febrero del 2009) el tema puede generar una morbosa sonrisa, pero desde el punto de vista psicoanalítico, tiene un sentido amplio, más allá de lo referente al pene, a lo biológico, a lo sexual. Hablar de una mujer fálica, no es hablar de un travesti, de una mujer con un pene o darle una connotación desde la perspectiva del deseo o del placer. Para la teoría psicoanalítica, falo no significa necesariamente pene, el termino no se identifica con lo carnal, con la penetración. Hablar de una mujer fálica es también un simbolismo que el psicoanálisis ha graficado, en un amplio abanico de actos, actitudes o descripciones de la naturaleza humana.
En ese amplio abanico de connotaciones que encierra el concepto, una mujer fálica -dentro de la personalidad que queremos resaltar o encasillar en el término- es una mujer autoritaria, con deseos de ser y de poseer (en la perspectiva de poder). Una personalidad que tiene que ver con un carácter que más precisamente se define como fálico-narcisista, que es según la teoría psicoanalítica, un individuo o mejor dicho, una mujer, segura de sí misma, inteligente, arrogante, elástica y dominadora. Una mujer que en su vida cotidiana, es altanera, fría y reservada, con una predisposición para enfrentar los problemas que se le presenten, lo que es un elemento importante, en una relación -si por el contrario- la pareja de ésta, tiene una personalidad huidiza frente a los problemas o a las situaciones complicadas y que adhiere a su imaginario o a su psiquis ese bastón de mando y de poder con el que nacen los hombres y que es el pene.
Este tipo de personalidad o de mujer, por lo general independiente, ejecutiva, lo encontramos en gentes como Margareth Tacher, Angela Mercker o Cristina Fernandez, que son líderes políticos, que han roto con el mito de la debilidad y de la sumisión de la mujer y con el simbolismo fálico del poder o de la supremacía del hombre sobre la mujer, para como hemos expresado, adherirlo a su carácter. El gran drama del Perú, que es un país, donde lo irreal y lo caricaturesco, termina siendo formal y solemne, a la Doña, no la eligió nadie y el pobre marido, a pesar de las críticas y de que su persona y el cargo que ocupa terminan ridiculizados por la intervención y el protagonismo de su mujer, sigue reiterando en calles y plazas, la presencia en el escenario del poder de su conyugue. Lo que implica auto-sabotear su autoridad, poniendo en entredicho, su cada vez más maltratado poder.
En el contexto descrito, solo me queda escribir: Feliz Día de la Mujer. Creo que hoy día la mujer peruana debe sentirse reivindicada y empoderada. Esa parece ser la "Gran Transformación" que nos ofreció Ollanta Humala en el país: Al final hubo un "Gran Cambio": Elegimos a un varón y la que termina mandando o gobernando es su mujer: Una Mujer Fálica.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario