viernes, 31 de enero de 2014

N° 337 - EL PROBLEMA ES "HACER CUMPLIR"

A PROPÓSITO DEL FALLO DE LA HAYA:




Después de evacuado el fallo del Tribunal de Justicia de La Haya, creo que el triunfalismo del gobierno de Humala es políticamente comprensible, en un gobierno desgastado y mediocre, pero en el fondo, la sentencia no es un resolución jurídicamente impecable; porque deja abierta la puerta a la previsible maniobra chilena (sobre la que advertimos) de no acatar el fallo si éste no le era favorable (HAYA O NO HAYA, JMN DESDE SU TRINCHERA, 15 de Diciembre del 2013) y porque a lo anteriormente expuesto,  hay que sumar errores propios en el petitorio de la demanda, porque en la Cancillería, contrataron juristas reconocidos, teóricos que tienen experiencia en cuestiones de derecho internacional  ante el tribunal, profesionales que sumaron al trabajo de los técnicos de Torre Tagle. Pero  lo concreto y lo real, es que se olvidaron de reclutar procesalistas (que pudieron ser de importantes estudios nacionales) que aportaran, que dieran luces sobre el petitorio, sobre el solicitar que se determinaran las coordenadas  de la frontera marítima.

Si lo importante es que se sanje el límite marítimo con Chile, el problema es que para que se sanje o se cumpla con el fallo, no solo  se tienen que establecer las coordenadas, sino que el fallo determina mal la frontera marítima. No lo hace a partir del Hito de la Concordia, sino a partir del Hito Nº 1, lo que ha servido para que la cazurra diplomacia chilena, ponga en debate la propiedad de los treintaiocho kilómetros cuadrados, que existen en el triangulo conformado por el Hito de la Concordia, el Hito Nº 1 y la proyección del Hito Nº 1  hasta el inicio de la costa. Con ello se abre un nuevo escenario para entrampar la ejecución del fallo; para que Chile maneje la "gradualidad" de la implementación, como le venga en gana, pretendiendo imponer cambios en nuestro ordenamiento jurídico constitucional o la suscripción de la Convención del Mar, algo que es inaceptable, aunque tenga parte de sustento; y que nosotros, más allá de la retórica;  no  tengamos forma de disuadir a nuestros vecinos del Sur,  de que no estamos para largadas y condicionamientos. Y esto porque así como en el pasado, la supremacía bélica se definía en el mar, hoy se define en el aire y nuestra clase política, nos entrega unas fuerzas armadas con unos cuantos aviones operativos y sin el numero, la capacidad de alcance de misiles y la tecnología, para enfrentar a las naves chilenas.  Con un ejercito sin tanques o con tanques viejos y con una fuerza naval que es fácilmente superada por los sureños.

Una vez más frente a la historia, la clase política peruana habla de que la frontera esta definida, se aggiorna en discursos en torno a una nueva etapa en las relaciones con los mapochos, extiende una rama de olivo, habla de hermandad y como siempre, va a encontrar un país mucho más institucionalizado que nos  mira por debajo del hombro y que como en el pasado, dilate las cosas, enturbie y complique escenarios; porque no están de acuerdo con un fallo que afecta sus intereses. Intereses que  según el lema nacional, se defienden: Por la razón o por la fuerza.

Y ya que hablamos de la historia, es bueno recordar que tras el Tratado de Ancón, se tuvieron que esperar treintaicinco años y una serie de arbitrajes, hasta el Tratado de Lima de 1929 -para que se definiera la frontera terrestre que hoy esta en entredicho por el bendito fallo- en el que de todas maneras, como era su propósito, Chile se quedo con parte de nuestro territorio, con Arica. 

En ese largo y doloroso camino, es bueno recordar que los Chilenos pretendieron quedarse con la provincia de Tarata, que expulsaron sacerdotes peruanos y que a través de las Ligas Patrioticas, organizaciones ultranacionalistas chilenas, de carácter fascista y paramilitar,   cometieron una serie de asesinatos y desapariciones contra los peruanos de los territorios ocupados.

En el contexto anteriormente descrito, un hecho poco conocido es el levantamiento indígena de Challaviento, una comunidad indígena en las serranía  de Tacna. El incidente ocurrió el 19 de Noviembre de 1925 y fue ocasionado por la violación de una joven campesina, por un soldado chileno de apellido Zurita. La población cansada de los abusos de los carabineros y exacerbada por la agresión sexual,  ataco el destacamento chileno, mato a Zurita  (a quien le cortaron los genitales) y a tres carabineros, para posteriormente huir todos hacia el Perú por temor a las represalias.  

Si nuestro gris gobierno, si nuestra mediocre clase política, sigue jugando al discurso político triunfalistan y a una capacidad de persuasión que no tiene porque no hay equilibrio bélico, va a terminar ahogándose en sus propias contracciones y en su pacifismo de utilería, para dejar salir una vez más nuestra impotencia frente a las bravatas, la arrogancia, la soberbia y la superioridad militar del vecino del Sur. Se debe diplomáticamente tomar el toro por las astas, ser realistas en cuanto a nuestra debilidad militar e implementar desde ya acciones diplomáticas y jurídicas en las instancias competentes, para que el fallo se cumpla sin "gradualidad". Esa misma gradualidad por la que en el pasado y como consecuencia de la derrota de la Guerra del Pacífico, sufrimos vejámenes, maltratos y  perdimos Arica. No hay nada nuevo bajo el Sol. la historia siempre se repite.




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