viernes, 15 de noviembre de 2013

N° - 319 ¡BASUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUURA!

OLLANTA HUMALA  Y REINA PACHAS:


El que Ollanta Humala use  con actoral indignación la palabra "BASURA" para referirse a Oscar Lopez Meneses; desde nuestra perspectiva no dice mucho. El calificativo  es el mismo, con el que Doña Reyna Pachas, el femenino personaje de "AL FONDO HAY SITIO", se refiere al marido  que mandonea en la serie. Y más allá de que pueda tener una connotación psicológica o la marca de un acto fallido en una personalidad como la de Humala; no es de extrañar este tipo de calificativos, de gestos y de poses, en el  gran teatro de la política peruana.

 Con igual indignación, Alan García  llamo "Rata" a Rómulo León e insulto a los inculpados por el caso  VTR. Y en el mismo sentido, su antecesor Alejandro Toledo, con la voz engargolada y los gestos histriónicos a los que nos tiene acostumbrados, negó durante su gobierno. conocer a Carmen Burga y lo de las firmas falsas; el que César Almeyda, su Jefe del Servicio de Inteligencia, negociaba con el General Villanueva "cajero" de Montesinos o que él recibiera US/. 1´000,000.00 de la empresa BAVARIA

La política tiene  connotaciones actorales  y los políticos por lo general, ademas de cierta cuota de cinismo, son en el fondo buenos actores. De lo que se trata es que el electarado les crea, que se coma el cuento de que son "buenos vecinos", que "aman al pueblo", que tienen "vocación de servicio" y que luchan por "los altos intereses de la patria", para que el ignorante, despistado o bien intencionado ciudadano vote por ellos.

Pero al igual que la de sus antecesores en el cargo, la indignación de la que hizo gala Ollanta Humala para calificar a López Meneses es de utilería. Y es de utilería porque el Presidente de la República no ha negado conocer a Oscar Lopez Meneses; porque la mujer con la que comparte el Sillón de Palacio de Gobierno, tan presta a twitear cuando no se camina derecho, ha guardado un sepulcral silencio, lo que es significativo. Porque el poder por más fuerte que sea, no puede doblegar a la lógica, a la razón y al sentido común, aun cuando la sociedad sobre el cual se ejerce tenga una precaria institucionalidad y una pobre cultura democrático-política. Y la lógica y la razón dicen que si lo único que faltaba era que se le pusiera un helicóptero para seguridad de lo que representa López Meneses, un despliegue de esa magnitud a un personaje del montesinismo solo puede venir de los más altos niveles del gobierno, niveles que están por encima del desinformado y poco respetado Ministro del Interior, al que no le quedo otra cosa que renunciar, que inmolarse por la causa para ir a una bien remunerada embajada en el exterior. En esos altos niveles de gobierno, así como era imposible que Fujimori no supiera lo que pasaba, Humala no es ajeno a la protección a su amigo Lopez Meneses.

Lo que queda claro, es que en nuestra sociedad, en nuestra cultura; una cosa son las palabras, el discurso político y otra los hechos, las conductas políticas. El montesinismo ha dejado operadores, formas y maneras  de ejercer el poder, que se repudian en público y se usan en privado. Que escandalizan en la medida que son hechas públicas y materia de escarnio popular. El problema es que la política peruana es poco democrática, que los remedos de partidos en los que se sustenta la democracia peruana  son manejados de manera autoritaria; y sin institucionalidad, sin docencia política, sin formación de cuadros; el desnivel entre las dirigencias y las militancias, la falta de auto crítica,  el servilismo y la adulación oportunista, generan por un lado el caldo de cultivo para  un estado frágil, una política carente de respetabilidad y de solera, poco inclusiva (por el rechazo ciudadano general para hacer política partidaria)  corrupta y con un ejercicio abusivo del poder, en un escenario en el que las banderas de la impunidad siempre ondean para la clase política, para la clase dirigente, para los que estan cercanos o medran con el poder. Humala puede decirle zamba canuta a Lopez Meneses, puede meterlo preso, pero la impresión del ciudadano común y corriente frente a la lógica de los hechos se va a ver en la próxima encuesta.

PD: Después de publicar este texto tomamos conocimiento de la renuncia de Adrian Villafuerte, una renuncia que siendo necesaria por la presentación del Ministro en el Congreso,  no garantiza llegar a la verdad.


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