miércoles, 26 de mayo de 2010

N° 108 - LA COJUDEZ Y LA POLÍTICA


EL SANTO DE KEIKO FUJIMORI:




Soy un convencido de que carecemos de una clase política, no solo a la altura de nuestros retos y nuestras responsabilidades, sino de lo que representa el país o la palabra Perú (si quieren adornar el texto con un poco de retórica, de esa retórica con la que maquillan los políticos un país que sigue teniendo el agridulce sabor de la frustración y la esperanza). En realidad no hemos tenido nunca una clase política coherente y capaz; por eso no tenemos un concepto de nación, por eso los peruanos solo nos fijamos en el corto plazo, en los intereses personales que hacen que la cosa pública, no nos interese y signifique que no hay conciencia del valor y respeto por lo colectivo, ni cultura cívica o política; lo que hace que el peligro de que un advenedizo nuevamente nos gobierne sea real o que el que demos en lo económico, un nuevo salto al vacío o retrocedamos en lo andado (en lugar de corregir defectos) sea una posibilidad latente.
Y como no tenemos partidos políticos, lo más probable es que sigamos en lo mismo. Y no tenemos partidos políticos porque cómo el mundo enterró las ideologías, en las republiquetas o en los países del tercer mundo, el pensamiento fue reemplazado por el pragmatismo y la ética, los principios y los valores, por el dinero, la incondicionalidad o el silencio complice. Así tenemos que en el Perú o mejor dicho en la política peruana, figuras como las de Belaunde, la de Haya de la Torre o la de Mariategui resultan siendo caricaturizadas por los liderazgos actuales, de partidos políticos que no son lo que fueron o que están en una profunda crisis o son inexistentes. Y como para hacer o actuar en política en la hora presente, ya no se necesitan formar cuadros, hacer escuela o tener ideas, capacidad y liderazgo, sino simplemente dinero, audacia, hacerle el paterío a los dirigentes o tener un poco de coherencia que resalte entre tanta mediocridad existente; en el Congrezoo abundan los come pollo, los mata perros, las cobra doble, así como una serie de personajes, que buscan sacar provecho ilícito de un cargo público que tal vez no vuelvan a ocupar nunca, mientras que en otros poderes del estado, los negociados están hoy como ayer a la orden del día. Y desde que Don Ramiro Priale acuño la ingeniosa frase de que "Conversar no es pactar", los enjuagues, los negociados o los pactos debajo de la mesa (en la interna o en la externa) que son groseramente expuestos ante la opinión pública, ofendiendo la inteligencia ajena, supuestamente no existen y son más bien, por boca de sus interlocutores "un ejercicio democrático de responsabilidad política".

Ahora bien, como los partidos políticos son franquicias, que en épocas electorales como la actual, se abren de par en par o se arrodillan, ante cualquier aventurero que les dice que tiene dinero para la campaña (aunque después eso sea falso) y que lo que importan son los votos; tenemos futbolistas o cantantes metidos de políticos y gente al interior de los partidos, que no es consciente que la ciudadanía voto por Susy Diaz por joder e insisten el el valor agregado de la Tigresa del Oriente o de el Chorrillano Palacios en la política y los postulan como regidores. Y lo que hay en el fondo, no es un sitio para planes, programas o el democrático debate de ideas, sino el show mediático, la vocación por el ridículo y espectáculos como el del cumpleaños número 35 de Keiko Fujimori, donde legisladores, ex legisladores, dirigentes y figuras representativas del partido de el chino, se disfrazan, actúan, le bailan a su candidata, con candorosa alegría y sin temor al ridículo. Indudablemente estamos frente a la coreografía de la cojudez. De esa cojudez en la que se ha convertido la política peruana por la falta de institucionalidad y de partidos políticos, en el verdadero sentido del concepto. Frente al panorama que uno sufre con la indignación ciudadana de una clase política divorciada del sentido común y la solera democrática; la primera reflexión es que la nefasta experiencia de la dictadura fujimorista, no sirvió para un cambio de las formas y las maneras de hacer política, que solo fue un breve acto de contrición. Y con un breve acto de contricción y sin arrepentimiento se puede volver a pecar. Y en el Perú este pecado es original.

domingo, 9 de mayo de 2010

N° 107 - MAMA MÍA


ALIANZAS POLÍTICAS EN EL DÍA DE LA MADRE:



Hay días como este que se llenan de recuerdos, de imágenes, de sentimientos y de expresiones de amor. Días que como el Día de la Madre, convierten todo en blanco, en limpio, en puro, en inmaculado. En lo personal, yo tengo en este día diversas imágenes. Imagenes de mujeres por las que guardo sentimientos de amor, afectos o recuerdos que son los que al final hacen que los seres humanos terminemos en este día, saludando a muchas mujeres en la fecha, por el Día de la Madre.


La primera imagen materna que me viene a la memoria, es la de Maricucha, mi madre. Con Maricucha me costaba conocer su estado de ánimo, interpretar sus silencios (producto de los padres castrantes y rígidos de principios del siglo pasado que sufrio su generación) y es que me era muy difícil aceptar esa imagen imperturbable sobre la que generalmente me avalanzaba y apretaba fuertemente contra mi pecho para encontrarle sabor. Maricucha, era una mujer a la que generalmente quería ponerle un coheton bajo los pies, porque era demasiado tranquila, porque su forma de ser era incomprensible para una personalidad expresiva, tronada y emotiva como la mía. Con Maricucha disfrute siempre la sonrisa complice que le arrancaba cuando recibía la noticia de que le había dejado un chocolate debajo de su almohada o el escucharla hablar de épocas pasadas junto a mi padre, al hombre que amo y con quien orgullosamente decía haber sido feliz. De Maricucha aprehendí que es cierto que todo hay que dejarlo al tiempo, que el tiempo borra finalmente las heridas; que no debe haber en el alma espacio para el odio, para la venganza o para el rencor. Y como he sido siempre un hombre afortunado, la vida me permitio tener una imagen materna en la que recordara permanentemente a mi madre. Allí está Doña María Miranda, que es corregida y aumentada esa personalidad emotiva que no encontraba en mi madre; una imagen materna a la que a veces tengo que torear con imaginación, con amor y con paciencia, porque aunque no soy su hijo, espero estar junto a ella siempre que me necesite y también porque en el fondo es difícil para mí no disfrutar su presencia.


En este mosaico de imagenes maternas que espero que cada lector reproduzca a partir de su experiencia personal, un lugar especial tiene Gloria, mi Tía Gloria, para que no se enoje conmigo por ser tan confianzudo. La hermana de mi madre, a quien siempre voy a tener en un lugar preferencial en mi corazón (porque siempre estuvo y esta cerca) es un ejemplo de vida, de esfuerzo, de tesón y de sobre ponerse a la adversidad. Tras quedarse viuda relativamente jóven, esta maestra secundaria, supo salir adelante con cuatro hijos pequeños y lograr lo que tiene en lo material y en lo familiar, sin deberle nada a nadie. Una imágen de madre luchadora, sacrificada y tenaz. Con ella viene anudado el recuerdo de Chana, la Tía Chana, la hermana menor de mi madre, a quien extraño y recuerdo siempre, con ese amor de madre y de mujer que siempre quería mostrarse fuerte, que no quería demostrar una pena; con ese desprendimiento y con esa entrega de quien siempre está dispuesta a darlo todo. Al final, espero que el lector disculpe esta introducción que busca a partir de mi experiencia personal rendir homenaje a este día, en el que todos tenemos diversos saludos y afectos por entregar.


Pero lo que nos obliga también a decir "MAMA MÍA", son las alianzas con las que nos sorprende la política peruana. Alex Kouri no se puso de acuerdo con Felipe Castillo, Alcalde de Los Olivos sobre el logotipo y probablemente sobre los cupos electorales; el resultado fue una sorpresiva y sorprendente alianza con el pequeño e inexistente partido CAMBIO RADICAL de José Barba Caballero, que más que un partido es un membrete que permite participar en la elección por el Sillón de Nicolás de Rivero. Es decir el antifujimorista Barba termina prestándole su franquicia a un símbolo de la corrupción o de la falta de ética del régimen fujimorista, de la misma manera que antes enfrentado con Alan García y alejado del APRA, termina siendo su Embajador en Panamá, así como antes formo CONVERGENCIA DEMOCRATICA y se unio a Toledo y luego con Rafael Rey forma RENOVACION. Una vez más la búsqueda del poder a cualquier precio, deja de lado los principios, los valores, la ética. Con candorosa ingenuidad José Barba dice que solo es "un facilitador" de la candidatura de Alex Kouri, como si el asunto de fondo en la política peruana fuera la presentación de candidaturas y no las propuestas, los programas, el combate a la corrupción, a la indecencia, al aprovechamiento personal. En esa misma línea Lourdes Flores presenta como aliado a Jaime Salinas que en la pasada elección fue acusado de mercantilista y de corrupto (en medio de escandalosos incidentes) de cobrar cupos exorbitantes a los candidatos. Es que en éste país la gente no tiene memoria. Y por eso se buscan solo imágenes. Al final este país no va a cambiar mientras la política sea la misma.



PD: En este artículo sobre las imágenes de madre no se incluye exprofesamente a Rx, mi esposa en protesta porque sus hijos (que también son los míos) pretenden la exclusividad de su papel de madre sobre el de mujer. Y aunque no logran ni lograna nunca su cometido, es mejor no darle armas en esta lucha fracticida.........que probablemente dure hasta que les comienzen a salir las alas.

sábado, 1 de mayo de 2010

N° 106 - RATAS DE DOS PATAS


LOS PUEDE MANDAR A LA C. DE SU MADRE:
PERO NADIE LE CREE




La clase política peruana es sinceramente pintoresca, huachafa, demagoga. A nuestros políticos (con honrosas y escasas exceciones) les encanta el gesto y la pose, el figuretismo, el exceso de retórica y el histrionismo, aunque caiga en el ridículo. Con partidos políticos capturados por mediocres y aventureros, que ven en la política una manera de salir del anonimato o de ser alguien; con cúpulas que buscan hacer de la política y del poder una forma de vida; con partidos políticos que no forman, que viven de espaldas a la sociedad, sin cuadros significativos e importantes; este país sin un proyecto nacional que lo articule, hace del crecimiento un salto al vacío. Una incognita de cara al futuro. Y es que en el fondo, sin educación, sin cultura, sin conciencia cívica y política y sin redistribución, toda reforma esta condenada al fracaso. Porque, una revolución moral es inviable, sin conciencia de lo colectivo y de lo nacional. Y seguira siendo la cosa pública un botín y la relación entre los peruanos, ese juego de maquiavélica audacia, de astucia o de poder, para ver quien gana o quien jode a quien.


En días pasados el figuretismo hizo que el Ministro de Defensa, convocara a la prensa y a diversos parlamentarios para una prueba de tiro de un misil israelí. De lo que se trataba es de propagandizar ante el pueblo de que este gobierno "responsable, nacionalista y patriota" bajo la conducción del Segundo Califa, esta comprando armas; que gracias a él "estamos preparados para la defensa nacional" . Es decir se trataba de imágenes, de pura propaganda y esto porque el objetivo de acondicionamiento para una defensa estratégica (Nucleo Básico de Defensa) todavía no está cumplido y con lo que tenemos es bien difícil que en una guerra de largo aliento los chilenos no hagan prevalecer su poder militar. El resultada fue un incidente que pudo terminar en desgracia. Un ministro que se lleno de explicaciones y una vez más la vocación por el ridículo de la política peruana.


Y como si eso no fuera suficiente. Así como Toledo engargolaba la voz para despacharse contra la corrupción que encarnaron sus propios hermanos usufructuando el poder. Hoy Alan García junta las cejas y en una de las mejores e inovidables escenificaciones que le conocemos, con rostro adusto y voz firme, expresa que el no protege ni tapa a ningún compañero, critica la corrupción de su régimen, manda al diablo a los corruptos, les dice "ratas", "basuras", "miserables" y poco faltó para que los mande "a la concha su madre". El problema es que no bastan las declaraciones, que la pirotecnia verbal de Alan García contra la corrupción, ni antes ni ahora parece que fuera honesta o que sea real. En todos los escándalos de este régimen siempre hay un velo de complice silencio, una inacción que preocupa, una justicia a la que se le pierden las pruebas y una indignación de tramoya. García, el Alán García que hizo fortuna con la política, el de las casa en París o en Naplo, el de las comisiones del tren eléctrico, aquel de la célebre frase de que "el que nada debe nada teme" no puede ser cáustico y frontal con los negocios públicos de sus intimos amigos o compañeros de partido. Porque entre amigos todo se sabe, porque en la política peruana la complicidad de lo subterraneo por el negocio o por el poder, se llama fraternidad, hermandad o unidad. Y en política partidaria, vale más esa cofradía o esa amistad que el significado del valor de lo colectivo y de lo nacional en la cosa pública. Al final de cuentas Del Castillo simplemente recorre el camino que siguió Alán García para ser candidato presidencial; se hace amigo de los poderosos, de los banqueros, facilita negocios y negociados, recibe donaciones y se hace el cojudo con el pillaje o el abordaje partidario a la nave del estado. Y ese mismo camino es el de un Alcalde de Lima, de un Luis Castañeda que sobrevalúa obras, que aparece pagando acreedores en operaciones de escándalo, mientras una ingenua Lourdes Flores Nano aparece ligada a la empresa de un presunto narcotraficante cuyos dineros sirvieron para que candidatee por el PPC o para que financie la campaña del partido. Y para no desentonar, Humala y su esposa no pueden justificar, un nivel de vida que no se condice con sus ingresos y unos pagos que subestiman la inteligencia ajena.

En el tramo final de su mandato, Alán García necesita que nada empañe su reivindicación política, que la serie de escándalos del partido de la estrella no le termine explotando en la cara y por eso pide la renuncia de Del Castillo y de Quesada y busca con gestos tomar distancia de los hechos que los involucran, aunque en la realidad no tenga dsiposición para mucho, sobre todo con Del Castillo. Con un presidenciable ex Premier que controla el CEN y que no le va a permitir a García marcar distancias por lealtad y compromiso con lo que él hizo en el pasado por el líder aprista. Y así tenemos una vez más el humano conflicto ético partidario de la política peruana. Por un lado la verdad los valores y la cosa pública; por otro lado, la amistad, la faternidad, la hermandad política y el interés partidario o de grupo en la perspectiva del poder.
De cara al proceso electoral municipal y a las elecciones generales, es necesario que los partidos dejen de ser simples marcas registradas. Si la política no se adecenta, si no hay valores, principios y honestidad en el ejercicio del poder nada va a cambiar. Un pueblo de masas ignorantes, sin educación y sin cultura, seguirá votando por el menos malo, seguirá tapándose la nariz a la hora de votar. Y cuando las pillerías se descubran, vendrán otros García a hablar de "basuras y de miserables", en un país donde la impunidad es siempre amiga del poder y del poderoso. Y eso es quedarnos en la retórica, en la frase hueca, en la demagogia. En el drama de un país donde el interés personal esta siempre por encima del interés nacional.