martes, 20 de enero de 2009

N° 48 - ¿CAMBIO EN EL EQUIPO?

REINGRESA EL PUMA SALE EL MAGO

Aunque los editoriales de la prensa oficialista hablan de un cambio ministerial predecible, sin sobresaltos, que implica consensos y orden. Aunque la prensa oficialista escriba sin inmutarse que el Presidente García, que el cambio, es una muestra del manejo responsable de la economía y que esta es una simple alternativa de recambio, entre técnicos de una misma orientación; la realidad es otra. La renuncia de Valdivieso, hijo de uno de los históricos del equipo olímpico peruano de 1936, se debió a discrepancias irreconciliables con el Jefe de Estado por el manejo económico. En lo sustantivo, Luís Valdivieso habría estado en contra de la inversión o el gasto público por el que apostaría el gobierno en su Plan Anticrisis. De hecho, la presentación del mencionado plan fue retrasada deliberadamente por las resistencias del economista a un planteamiento que inyecta diez mil millones de soles a la economía y lo que trascendió a la prensa, es que había en medio de esta discrepancia, un problema de comunicación, de malas relaciones con ministros y dirigentes del partido de gobierno.

En lo sustantivo, Valdivieso, que es un viejo funcionario del FMI cree a pie y juntillas en las políticas de la institución en la que se formo; políticas que no pasan por la elevación del gasto público (como el programa anti crisis del gobierno) sino en un manejo más fino, que implica variables diversas y una disciplinada política fiscal con reducción del gasto. Esta filosofía en el manejo económico, hizo que las discrepancias con el gobierno en su conjunto fueran insalvables, que el manejo político de la coyuntura económica no tuviera la respuesta que se esperaba del Ministro y en ese escenario, lo previsible era la renuncia de Valdivieso, en buenos términos y dándole la decorosa salida del alto cargo en el exterior.

En este panorama, la renuncia de Valdivieso y el regreso de Carranza muestran que no son hombres de un mismo equipo, de una misma visión económica, el gobierno no tiene en realidad un gran abanico de posibilidades de recambio en materia económica. No tiene gente de su entera confianza y con el respaldo y la credibilidad suficiente para hacerse cargo del despacho de economía y en ese contexto, Alan García prefiere lo viejo conocido a lo nuevo por conocer, así exista una mala relación del regresado funcionario con algunos ministros como resultado de su anterior gestión. La mera verdad es que ha habido una crisis ministerial, que el cambio fue imprevisto y apurado, que las razones del alejamiento de Valdivieso no calzan ni convencen. Este año es un año pre electoral y como el populismo le gana siempre la mano al realismo en la busca de réditos políticos, Carranza es un tipo más permeable a los requerimientos y a los caprichos de un Alan García, que quiere seguir manteniéndose en los picos más altos de la popularidad.

En los próximos tiempos veremos si a Alan García no lo gana el temperamento y la vocación autoritaria, si no caemos en un gasto público y en un gasto social populista y pernicioso, que en el corto plazo funciona y da réditos políticos, pero que termina afectando a los que dice favorecer. Al final García el 2016 dirá que fue la crisis mundial, pondrá la excusa de la crisis económica internacional. Y quien sabe si este pueblo masoquista, termina votando por el, encandilado por su lengua.

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