La salida de Augusto Álvarez Rodrich talentoso ahora ex director de PERU 21 y de Laura Puertas del programa CUARTO PODER, por parte de la facción de la familia Miro Quesada que ha pasado a controlar ahora el GRUPO EL COMERCIO, pone una vez más sobre el tapete los límites de la libertad de expresión en el Perú, las diferencias entre la prensa y el negocio periodístico; las relaciones y el lenguaje simbólico entre el poder y los empresarios o las empresas periodísticas.
Hace tiempo que PERU 21 era de lejos el diario más independiente y uno de los más críticos del gobierno y que CUARTO PODER tenía en el medio televisivo un papel similar. Hace tiempo que el GRUPO EL COMERCIO (que ha diversificado sus inversiones en el negocio periodístico y fuera de él) ha dejado de priorizar el ejercicio de la prensa, de la libertad de expresión, de la objetividad, en función de sus intereses comerciales, de sus relaciones con el poder, de sus antipatías o de políticas monopólicas que buscan afincar en diversos mercados. En realidad la utilización de un medio de comunicación para obtener ventajas comparativas en sus relaciones con el poder es de vieja data y se ha dado siempre en mayor o menor grado. Un mal del que los Miro Quesada no han sido ajenos, pero que en las últimas décadas se ha ido manifestando con mayor claridad, a medida que han ido creciendo, diversificando sus inversiones y participando como candidatos o en cargos públicos algunos miembros de la familia.
Que el negocio periodístico tiene un especial interés para la política y los políticos y por ende para el poder y los gobiernos de turno, es una verdad irrefutable que han saboreado gente como los Winter, Bauch Ivcher, Vera Abad entre otros y que hoy disfruta ese patriarca del cubileteo con el poder en el Perú que es Genaro Delgado Parker, a quien como todos necesitan para aparecer como salvadores de la patria, no le interesa pagar deudas sean estas privadas o públicas (de esas que no le cobran ni la SUNAT ni los Ministerios de Economía o de Transportes) porque Genaro ha sido siempre “generoso” en dinero y en tiempo en las campañas políticas, con los políticos y con los gobiernos de turno; allí están Toledo, Alan y Lourdes para dar fe de ello, además de personajes de segundo orden como el entornillado Presidente de ACCIÓN POPULAR, Vítor Andrés García Belaunde, cuya amistad con el broadcaster le significa horario estelar en los programas periodísticos para seguir dando la imagen de lo que no es.
Como el Presidente García dio muestras claras de su malestar con la línea periodística que Álvarez Rodrich o Laura Puertas le imprimieron a sus productos periodísticos, los nuevos directores del GUPO EL COMERCIO, no encontraron mejor manera de expresarle al mandatario su disposición a una relación fluida y armoniosa, a una prensa constructiva y menos crítica (que este de acuerdo con sus dictados) que poner en bandeja la cabeza de los periodistas cesados. Al final es su empresa, su negocio, su periódico, su programa, su dinero; ellos son los propietarios, los otros los empleados y en un país como este, sin conciencia cívica, sin cultura política en las grandes mayorías, EL COMERCIO es EL COMERCIO aunque entre las líneas de los “principios rectores que supuestamente rigen su línea periodística” hay mucho de la miseria humana que rodea las relaciones con el poder como la utilización de los dolares MUC en el primer gobierno de García, que fue "archivada por prescripción" durante e fujimorato.
Esta es una muestra que la libertad de prensa en países como el nuestro es realmente difícil, que los medios de comunicación masivos son al final de cuentas la expresión de determinados intereses, un negocio y una manera de negociar o establecer lazos con el poder de acuerdo a determinadas conveniencias de diverso tipo y no necesariamente el ejercicio de informar, de ejercer el derecho a la opinión o a la crítica libre que genere una utilidad y que sea un negocio en la medida que mas se acerque al objetivo o a los altos fines propuestos. El lamentable incidente de Álvarez Rodrich quien se ganó a pulso el respeto de la opinión pública por su profesionalismo, objetividad y seriedad nos muestra que una cosa es la libertad de expresión del periodista y otra la del medio de comunicación.
Que las relaciones entre la política, la prensa y la sociedad son una relación complicada. Que la clase política que habla de democracia y de libertad tiene una muy pobre predisposición a la crítica y una poco honesta vocación por la auto-critica. Que en un país ignorante y sin memoria colectiva, los políticos no tienen necesidad de cambiar, simplemente les basta esa folklorica mixtura, de frases, poses, promesas y regalos para buscar el poder. Por eso este ejercicio periodístico a través de los blogs es la mejor manera de mantener las banderas de la libertad de expresión. El la forma en la que al menos quien escribe estas líneas se siente más cómodo; ejerciendo el derecho a expresarse libremente para buscar construir un país mejor.
Hace tiempo que PERU 21 era de lejos el diario más independiente y uno de los más críticos del gobierno y que CUARTO PODER tenía en el medio televisivo un papel similar. Hace tiempo que el GRUPO EL COMERCIO (que ha diversificado sus inversiones en el negocio periodístico y fuera de él) ha dejado de priorizar el ejercicio de la prensa, de la libertad de expresión, de la objetividad, en función de sus intereses comerciales, de sus relaciones con el poder, de sus antipatías o de políticas monopólicas que buscan afincar en diversos mercados. En realidad la utilización de un medio de comunicación para obtener ventajas comparativas en sus relaciones con el poder es de vieja data y se ha dado siempre en mayor o menor grado. Un mal del que los Miro Quesada no han sido ajenos, pero que en las últimas décadas se ha ido manifestando con mayor claridad, a medida que han ido creciendo, diversificando sus inversiones y participando como candidatos o en cargos públicos algunos miembros de la familia.
Que el negocio periodístico tiene un especial interés para la política y los políticos y por ende para el poder y los gobiernos de turno, es una verdad irrefutable que han saboreado gente como los Winter, Bauch Ivcher, Vera Abad entre otros y que hoy disfruta ese patriarca del cubileteo con el poder en el Perú que es Genaro Delgado Parker, a quien como todos necesitan para aparecer como salvadores de la patria, no le interesa pagar deudas sean estas privadas o públicas (de esas que no le cobran ni la SUNAT ni los Ministerios de Economía o de Transportes) porque Genaro ha sido siempre “generoso” en dinero y en tiempo en las campañas políticas, con los políticos y con los gobiernos de turno; allí están Toledo, Alan y Lourdes para dar fe de ello, además de personajes de segundo orden como el entornillado Presidente de ACCIÓN POPULAR, Vítor Andrés García Belaunde, cuya amistad con el broadcaster le significa horario estelar en los programas periodísticos para seguir dando la imagen de lo que no es.
Como el Presidente García dio muestras claras de su malestar con la línea periodística que Álvarez Rodrich o Laura Puertas le imprimieron a sus productos periodísticos, los nuevos directores del GUPO EL COMERCIO, no encontraron mejor manera de expresarle al mandatario su disposición a una relación fluida y armoniosa, a una prensa constructiva y menos crítica (que este de acuerdo con sus dictados) que poner en bandeja la cabeza de los periodistas cesados. Al final es su empresa, su negocio, su periódico, su programa, su dinero; ellos son los propietarios, los otros los empleados y en un país como este, sin conciencia cívica, sin cultura política en las grandes mayorías, EL COMERCIO es EL COMERCIO aunque entre las líneas de los “principios rectores que supuestamente rigen su línea periodística” hay mucho de la miseria humana que rodea las relaciones con el poder como la utilización de los dolares MUC en el primer gobierno de García, que fue "archivada por prescripción" durante e fujimorato.
Esta es una muestra que la libertad de prensa en países como el nuestro es realmente difícil, que los medios de comunicación masivos son al final de cuentas la expresión de determinados intereses, un negocio y una manera de negociar o establecer lazos con el poder de acuerdo a determinadas conveniencias de diverso tipo y no necesariamente el ejercicio de informar, de ejercer el derecho a la opinión o a la crítica libre que genere una utilidad y que sea un negocio en la medida que mas se acerque al objetivo o a los altos fines propuestos. El lamentable incidente de Álvarez Rodrich quien se ganó a pulso el respeto de la opinión pública por su profesionalismo, objetividad y seriedad nos muestra que una cosa es la libertad de expresión del periodista y otra la del medio de comunicación.
Que las relaciones entre la política, la prensa y la sociedad son una relación complicada. Que la clase política que habla de democracia y de libertad tiene una muy pobre predisposición a la crítica y una poco honesta vocación por la auto-critica. Que en un país ignorante y sin memoria colectiva, los políticos no tienen necesidad de cambiar, simplemente les basta esa folklorica mixtura, de frases, poses, promesas y regalos para buscar el poder. Por eso este ejercicio periodístico a través de los blogs es la mejor manera de mantener las banderas de la libertad de expresión. El la forma en la que al menos quien escribe estas líneas se siente más cómodo; ejerciendo el derecho a expresarse libremente para buscar construir un país mejor.
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