sábado, 21 de enero de 2017

N° 441 - DONALD TRUMP

¿UN HUGO CHAVEZ ANGLO SAJÓN?:




Escribo desde la generalidad, desde mi desconocimiento del día a día de la sociedad, los actores, las coyunturas y la política norteamericana. Y digo esto, porque si algo he aprendido de vivir fuera, es que en el caso del Perú por más que uno sea peruano, el no vivir en el país, hace que uno pierda el detalle de los actores, de las circunstancias y de la realidad para un análisis cabal. Y en el caso de otras sociedades como la norteamericana por ejemplo, el no tener la misma vivencia de quien vive en Estados Unidos, hace que de la misma manera, se tenga una visión muy general y a veces poco objetiva de la temática exterior. Para mayor abundamiento, en el caso de México, escuchaba por allí a un conocido analista peruano, dar por descontado el triunfo de Morena y del "Peje" Andrés Manuel López Obrador en las próximas elecciones  y creo que eso no es real y hay mucho pan que rebanar en medio del descontento popular por el PRI y el PAN. 


En el caso de Estados Unidos, resulta preocupante -aunque explicable por la falta de estatura política de la Sra. Clinton- que el pragmatismo, la demagogia y el sectarismo radical, hayan llevado a la Casa Blanca a un personaje como Donald Trump, un empresario, tremendista, populista y multimillonario; que al parecer pretende romper el molde institucionalista de la Presidencia Norteamericana y que en medio de un populismo demagogico pretende justificar en el mandato de "el pueblo", medidas abiertamente contrarias a los derechos humanos y a los cánones que marca la política internacional y la prudencia hegemonía de una de las principales potencias del mundo. Al final, como es bien conocido en latinoamerica, estas aventuras que supuestamente se apoyan en un pueblo al que pretenden beneficiar o favorecer, terminan perjudicandolo. 

Un caudillo populista anglo sajón, que cree que puede manejar el país a su antojo de la misma manera que maneja su empresa,  es un riesgo que pienso que los poderes fácticos y la institucionalidad norteamericana no se van a dar el lujo de tolerar. Y por  eso pienso igualmente, que este adanico "Hugo Chávez Anglosajón" -con las diferencias del caso- frente al pintoresco y folclórico fallecido personaje llanero; si se vuelve caprichoso y caricaturesco, va a terminar siendo el noveno presidente norteamericano muerto en el ejercicio del cargo. La forma no importa, pero que termina su mandato "horizontal y con honores", si le da la chiripioja por pretender ir por delante de la institucionalidad norteamericana,  es una gran posibilidad, en un país donde si los golpes de estado no existieron antes, menos van a existir ahora.

Quienes esperaban un discurso conciliador, que olvide lo expresado en la campaña y abra los brazos y renueve la esperanza de unidad de todo el pueblo norteamericano se equivocaron. Trump es Trump e insiste en el viejo lema de "América para los Americanos", para el purismo étnico anglosajón que olvida que hasta el propio presidente tiene una esposa inmigrante. Atentos a la falta de modales, a las bravatas y a las decisiones controversiales, el mundo va a estar a la expectativa de lo que haga este señor que inaugura un mandato con un significativa e inedita oposición en Estados Unidos. A este "Hugo Chávez" anglosajón, habrá que verlo y habrá que sufrirlo......ojala no abra la tumba de Abraham Lincoln.  

lunes, 16 de enero de 2017

N° 440 - "JODEBRECHT"......

LAS TARAS DE LA COLONIA QUE LA REPÚBLICA AGUDIZO:




En el último artículo del año, hablábamos de la necesidad de una revolución moral, educativa y cultural para transformar el país. Para crear ciudadanos y construir ciudadanía, gente consiente de que tiene derechos pero también obligaciones. Una revolución que imprima en la conciencia colectiva la necesidad formativa de una nueva clase dirigente, alejada del gesto y de la pose, del efectismo demagogico, del interés personal o de grupo y de la mediocridad.

Sufrimos las consecuencias no solo de la falta de institucionalidad, sino de la ausencia de patrones morales y éticos en el manejo de la cosa pública, a punto tal que ya no hay partidos, que hay franquicias políticas para buscar el poder, así como hay líderes impostados que hablan como Humala de "Honestidad para hacer la Diferencia" y terminan siendo tanto o más corruptos que los que criticaban. 

Y este no es finalmente un problema de ahora, es un asunto de larga data, un trauma histórico que nace con la dominación colonial, con una iglesia que era la institución de mayor poder económico de la época; por cargas, misas, granjerías secretas y edictos; mayor inclusive que las del poder peninsular; a punto tal que hasta ordenaba a los indios ricos que estuvieran enfermos, que les dejaran sus bienes y propiedades a la iglesia así tuvieran herederos forzosos. 

En un modelo patrimonial y acumulador como el de la corona española, queda claro que se producían diversos negociados y corruptelas, no solo en perjuicio de los indios sino del rey, que incluía venta de oficios y de cargos públicos. Allí están finalmente los intereses económicos que movieron a los criollos a independizarse.

Y esa es la dinámica de acumulación, de intereses personales,de corruptelas que se expresaron en los inicios de la República, en medio de conceptos como el de "libertad", "democracia" e "igualdad"  marcadas por el clientelismo y el amiguismo; que hasta hoy persisten; que hicieron crisis en la Guerra con Chile y que no construyeron la fibra moral que se necesitaba, en un país sin presencia significativa del Estado, sin valor de lo colectivo ni un norte definido. 

Y digo que hicieron crisis en el país, porque en su monumental libro sobre la "Historia de la Corrupción en el Perú", Don Alfonso Quiroz expresa con vergüenza que los chilenos tras la ocupación, se ufanaban al salir del Perú, de haber dejado en el país un sistema de recaudación y un sistema contable-tributario para recaudar tributos, que no existía antes de la invasión y por tanto de la guerra; porque aquí no pagaban impuestos ni los poderosos, ni los amigos de los poderosos o las clases pudientes, pues todo se resolvía en función de corruptelas o de amiguismos. 

Si eso que comentamos en el texto anterior no nos marco. Si de la debacle de la Guerra con Chile no se levanto un país institucionalizado, con un concepto de nación y visión de futuro y de modernidad. Si la clase política siguió con sus excrecencias, intereses personales y mediocridad; es explicable que con el deterioro social y político que nos llevo a sufrir el embate del terrorismo. Que con el pragmatismo, el mercantilismo y el "emprendedurismo" que nos venden como receta; tengamos hoy una clase política sin líderes de solera; demagogica, efectista, mediática y mediocre, que termina gobernando el país a trancazos; quemando rápidamente la ilusión del buen gobierno; enredados en sus broncas de siempre y perdiendo la pizca de credibilidad que genera una elección.

Lo que ha destapado ODEBRECHT es simplemente un secreto a voces. La fragilidad de una clase política acorralada por sus propios demonios; ex presidentes chamuzcados por la corrupción; indicios más que razonables de un histrionico  Alejandro Toledo,  que ahora ante la falta de argumentos calla. Indicios que acusan también a  un fantoche político como Ollanta Humala, que llego a la Presidencia hablando de honestidad y que sale del poder embarrado por ser otro ratero más de los que nos han gobernado y adicionalmente a lo anterior, humillado por la imagen de "monigote de su mujer"; algo que parece que lo enorgullece.Y finalmente esta la opereta que termina con un Alan García Pérez, tratando de desmarcarse del fantasma de ladrón que lo persigue desde 1985. 


En el escenario anterior, la imagen de un hombre como Pedro Pablo Kuczynski, un tecnocrata sin mayor liderazgo -y al que lo traiciona su lengua, su falta de personalidad política y su condición de lobbysta internacional- queda magullada, cuando dice que "ODEBRECHT nos puede demandar si las denuncias son falsas", después de que como Primer Ministro y Ministro de Economía, no firmara el contrato de la InterOceanica del Sur, obra a la que se exonero del SNIP y que firmo el Ministro Sota Nadal ante su "ausencia por viaje" de PPK.  Y es tal vez por eso  que no resuelve el contrato; que no se actúa de manera radical y directa con una empresa que no solo nos ha corrompido sino que nos ha robado, al suscribirse contratos a todas luces nocivos a los intereses del Estado. 

A lo anterior hay que sumar la inconcebible falta de reacción de un Poder Judicial y un Ministerio Público que permiten que las empresas peruanas socias de ODEBRECHT y sus directivos "pasen piola"; y que la Sra. Nadine Heredia, que Alejandro Toledo y Cía salgan del país sin mayor problema, dando la impresión a la población, que la justicia lenta y falta de reflejos, solo alcanza a los pobres.

La reacción de otras sociedades frente al delito, obliga a una penosa comparación del nivel de institucionalidad, de respeto al Estado, de la dignidad como nación y el respeto al valor de lo colectivo que tenemos. La preocupación porque se caiga un sistema corrupto y mediocre que habla de "igualdad  de oportunidades" pero  que tiene groseras y grotescas ventajas y prebendas por su posición privilegiada en la estructura de poder; marca la pauta del tratamiento con pinzas de una problemática, en la que lo grave parece ser, que sea el que "te descubran"

Acabo de cumplir sesenta años. Soy orgullosamente un "joven adulto mayor" y cuando pienso en estas cosas, retumban en mi mente y en mi corazón las palabras de mi padre: "Vas a llegar a mi edad y este país va a seguir siendo el mismo".  Y yo no quiero repetirle esa frase de marras a mis hijos.