EL HISTÓRICO LÍDER QUE HABRÁ QUE EXTRAÑAR.

Nuestros políticos criollos apelan a Dios buscando el voto del diablo, se vuelven escribidores de lo que hablan y quieren las masas, aunque ellos no tengan talento para escribir ni sus lectores la razón. Lo que interesa a los tribunos del pueblo de la hora presente, lo que realmente les importa, es mantener esa posición privilegiada, que permite representar al pueblo, trabajando por ellos mismos, por sus intereses personales. Y es por el triste espectáculo que se ve en el hemiciclo, por el bajo nivel que muestra el hacer política en el Perú, que el 05 de Abril esta siempre presente en la escena nacional y que la polémica figura del líder histórico del APRA, Armando Villanueva, se levanta como uno de los grandes exponentes de nuestra política en los últimos ochenta años.
Identificado por el cernicolísmo, el encono y la rivalidad política, como un hombre violento, como un "Bufalo", Armando fue en el fondo un hombre diferente a la imagen que se le pretendió endilgar. En las épocas en las que la política peruana se escribía entre cuartelazos y soplones, con la tinta de la sangre y el tampon de la violencia, Armando fue un actor que defendió sus ideas y sus ideales, con ese romanticismo con el que la política, que se ejerce con la vocación y el apostolado del la renuncia y del servicio, obliga a pensar en los demás antes que en uno mismo. Villanueva fue un luchador que estuvo alejado de la vida muelle, del apego por el dinero, de la fascinación por el poder. Un político que frente a la frivolidad que nos muestra la política de hoy en día, forjo un carácter, una historia y una convicción que nos lleva al compromiso de vida del venerable anciano, del afable patricio, que vimos y escuchamos varias veces en los últimos tiempos por la televisión, hablando sobre el futuro del Perú. Un viejo político que entendió que a sus años, el protagonismo esta en el ejercicio de la docencia a las nuevas generaciones, en la voz que apela a la experiencia y a la sabiduría que dan los años, para hablar sobre el Perú y sobre la política; razón por la cual hace unas semanas atrás le dedicamos un articulo sobre la vejez y la política.
Yo de Armando recuerdo el bello gingle de la campaña del 80 que mi primo Erick cantaba a cada rato a sus ocho años de edad con mucho entusiasmo y en una imagen muy tierna, no por identificación ideológica de la familia, sino por lo pegagoso de la letra, algo común en los niños de la epoca y confieso que conocí al personaje, al líder histórico del APRA, atraves de un libro que escribiera al alimón con el gringo Guillermo Thordndike, "LA GRAN PERSECUCIÓN"; un texto en el que se retrata gran parte de la historia política del Perú entre 1932 y 1956 y donde en medio de sabrosa anécdotas y recuerdos, queda claro que desde joven Armando Villanueva, fue un luchador social ante el sufrimiento de sus padres.
En una época en la que los partidos no forman, donde en la política no hay maestros, donde el chamullo y el palabreo, reemplazan al conocimiento; la figura de Armando Villanueva merece un homenaje y un obligado reconocimiento; sobre todo porque uno ve con pena como a Ollanta Humala, por su falta de personalidad y su mezquindad, le costo reconocer los méritos de un hombre, al que la muerte lo despoja de su identidad partidaria y lo identifica con una casta de políticos que hoy ya no existen y que definitivamente nos van ha hacer tanta falta, con la política y los políticos que tenemos hoy.
En una época en la que los partidos no forman, donde en la política no hay maestros, donde el chamullo y el palabreo, reemplazan al conocimiento; la figura de Armando Villanueva merece un homenaje y un obligado reconocimiento; sobre todo porque uno ve con pena como a Ollanta Humala, por su falta de personalidad y su mezquindad, le costo reconocer los méritos de un hombre, al que la muerte lo despoja de su identidad partidaria y lo identifica con una casta de políticos que hoy ya no existen y que definitivamente nos van ha hacer tanta falta, con la política y los políticos que tenemos hoy.
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