A MENOS DE UN MES DE LA ELECCIÓN:
Y decimos "llegar al poder" porque a tenor de la oferta programática; es indudable que la falta de institucionalidad, de partidos políticos, de politicos respetables y talentosos, y con la conformación de un congreso -que va a ser sin duda un congreso fraccionado- el hacer un buen gobierno es poco menos que imposible, porque la gobernabilidad y el consenso tienen en el Perú, las interpretaciones de los intereses en pugna. Nuestros políticos son cortoplacistas, de retorica efectista, apelan al populismo, a una demagogia barata que subestima la inteligencia ajena y que es la gran culpable de los altos porcentajes de gente que no sabe por quien votar o que definitivamente va a viciar su voto; superando los porcentajes de las preferencias de los que van a votar por determinados candidatos.
El gran problema de nuestra frágil democracia, no termina siendo la corrupción, que es un problema histórico, que los candidatos pretenden combatir y eliminar, encarnando en su sola postulación, la espada y la cruz, alentados por el aplauso interesado de corifeos que antes que ver en sus candidatos, la fiel expresión de la virtud, la honestidad, la decencia y la capacidad; lo que ven es un vehículo para llegar al poder, al mundano y transitorio poder que satisfaga su ego y su expectativa personal
Y es que -lo concreto y lo real- es que ninguno de los candidatos a la Presidencia de la República, despierta pasiones y lealtades como los líderes de antaño. No estamos frente a caudillos ideológicos, cultos, de buen verbo y personalidad avasalladora. No estamos frente a hombres de Estado, sino frente a personajes que solo quieren el poder, la vanidad y la historia personal, bajo el argumento de que buscan el "bienestar de la población", sin construir institucionalidad de verdad, sin reclutar a los mejores hombres de la sociedad, sino a través de partidos políticos que no dan la talla, que están corroídos por la mediocridad, el servilismo y el oportunismo, que es con honrosas excepciones lo que más abunda en la politica criolla de la hora presente.
La distorsión de la cultura politica peruana de los últimos cuarenta años, entre la realidad y el imaginario. El "es" en conflicto con el "debe ser" Entre un poder que supuestamente debe solucionar las crisis de gobernabilidad -pero que como en el Perú de los últimos tiempos- lo que hace es agudizarla, ligándose con la incapacidad, la incompetencia, la ignorancia -tan común en nuestros politicos hoy- la mentira, los intereses particulares, la demagogia y el populismo. Ignorando o desconociendo que las puertas del poder se abren o se petardean desde adentro y que los poderes que gobiernan este país, jamás van a perder la pulseada con carroñeros de la política o con caricaturas de partidos políticos.
Y aquí cabe preguntarnos que simboliza el Perú después de doscientos años de vida republicana. Que somos como país, como sociedad. Como mira el mundo un pueblo sin ciudadanos y sin ciudadanía, sin una visión coherente de país y un proyecto articulado de nación. Un pueblo que con sus propias peculiaridades, si la inteligencia es poder, esta termina siendo desplazada por mercachifles de la politica, que esperan ansiosos, su asiento en el Congreso de la República, cinco años de exposición pública, de un buen sueldo y de "los contactos" que deja el cargo según el dicho del Presidente de la Comisión de Economía del Congreso.
Resulta singular que el politico que encabeza las encuestas tenga el Plan de Gobierno menos elaborado, el más pobre en contenidos. Que entre los que le siguen esta en radical religioso de derecha, que dice "servir a Dios" desde la politica. Que la hija de Fujimori siga teniendo posibilidades a pesar de un alto anti voto. Que la secretaria de Nadine Heredia represente lo que se dice que es la izquierda en el Perú y que a "Forzay" -que lee partituras políticas para superar sus limitaciones intelectuales- le haya bastado ser alcalde de un distrito limeño para ser candidato a la Presidencia.
Entre las "actuaciones" de estos ilustres personajes vamos a elegir el próximo Presidente del Perú. Ojala que algún día, elijamos en función de planes y de programas. Entre hombres de Estado y visionarios. Ojala que no necesitemos otros doscientos años para llegar a ello.