BUSCANDO EXCUSAS PARA LA IMPUNIDAD:
Este es un país definitivamente pintoresco, folklórico, surrealista, donde lo absurdo, lo ilógico, lo irreal o lo falso, termina siendo total y absolutamente normal, coherente y real. Solo en el Perú del Siglo XXI, que es un país machista, un Presidente de la República, de formación militar, no gobierna, ni manda ni ordena y termina compartiendo o entregándole el poder a su mujer -a quien orgullosamente ensalza- a pesar de que el vulgo lo caricaturiza por ello, como un hombre sin carácter; dominado y manejado por su conyugue. Una mujer a quien se insiste en llamar con el huachafo nombre de, "Primera Dama" en un país de tantas desigualdades, donde el discurso político y sobre todo el discurso oficial habla de "igualdad, de inclusión y de democracia".
Lo pintoresco y lo rocambolesco de la situación, es que frente a pillerías y trinquetes, a dineros de dudosa proveniencia, a gastos superfluos y a situaciones y relaciones amicales que se pretendieron minimizar o justificar antes y negar ahora, cuando el pasado reciente y las evidencias, no pueden ir contra la lógica y el sentido común. Porque una cosa es un pueblo pasivo y otra un pueblo bobo. En ese escenario el Presidente consorte y el coro oficialista desde el Congrezoo, ve todo normal. Producto de una "persecución política", de una "vendetta" de la oposición contra una ilustre y sacrificada mujer, que no es funcionaria pública y que gana solo SEIS MIL SOLES MENSUALES (S/. 6,000.00) que salen de las arcas del PARTIDO NACIONALISTA o sea indirectamente del bolsillo de todos los peruanos.
En ese contexto, resulta que la Sra. Nadine Heredia de Humala, que es la "Primera Dama" de la que hablamos. Que afirma sin empacho y sin rubor, que ella da "las venias" para los negocios con el estado. No es finalmente el poder detrás del trono. Porque para justificar los gastos de la tarjeta de crédito "adicional" -que estaba a nombre de su amiga, de su "hermana", que es también su empleada o mejor dicho la empleada del gobierno de su marido, que es también "su gobierno"- la Sra. Heredia expresa sin sonrojarse, que ella, "le hacía los mandados" a la amiga y por otro lado, indica que como es una mujer "nacionalista, revolucionaria y de izquierda", no puede acceder al crédito (en un país donde se da tarjeta de crédito hasta por la cantidad que caca que uno defeca) y la amiga le hizo "el favor" de darle una extensión de su tarjeta para que le compre, se compre y después pague y le pague: "Cosas de patas".
En el pintoresco y folklorico marco anterior, con un poco de humor, podemos decir que hay dos posibilidades. El que la Sra. Rocío Calderón, Presidente de la OCSE sea la verdadera Presidente del Perú -porque quien manda a Nadine manda en el Perú- pues Humala ha dicho que en cosas de mujeres no se mete; o que, en el contexto de las contradicciones, dichos y desdichos que hemos escuchado. Los Humala-Heredia -que han tenido que aceptar que recibieron dinero de Venezuela- reconozcan que Nadine Heredia es bisexual y que su pareja femenina la mantiene. Con la afirmación de marras que deslizamos, los nacionalistas estarían tranquilos, libres de procesos y de Comisiones Investigadores el 2016. No solo no habría delito, sino que se justificaría el porque Ollanta Humala, no manda, ordena, dispone ni gobierna en Palacio.
Bromas aparte, resulta penoso que los inquilinos de la Casa de Pizarro, expresen con tanta claridad y de manera dramática, la crisis de la clase política peruana. Su falta de liderazgo, su demagogia, su oportunismo, sus corruptelas, su cinismo y su proclividad a defender intereses personales o de grupo, en lugar de los grandes intereses nacionales. Que "el Primer Saco Largo" del país, ignore que antes que esposo, es representante de la nación, que debe preservar y respetar la institucionalidad, el estado de derecho y la majestad del cargo es triste. Aunque valgan verdades, en estos años la ha maltratado tanto que la lógica consecuencia es que en el Perú cualquier hijo de la huayaba puede ser Presidente de la República. La afirmación anterior es patética y grafica no solo el nivel de nuestra cultura política, sino que muestra nuestras excrecencias como sociedad.
En un país de precaria institucionalidad, sin educación, sin cultura cívica ni política, ni valores y principios. En un país donde no hay conciencia del valor de lo colectivo, del significado de la cosa pública. Con partidos partidos que son una caricatura de lo que realmente deberían ser y que están capturados por una serie de individuos que son la muestra de lo peligroso que es la ignorancia, la mediocridad y el oportunismo con poder para un país que crece en automático y gracias al diseño de una tecnocracia que pasa de gobierno a gobierno, que cambia de ministerio a ministerio. Una tecnocracia que se enseñorea entre partidos sin técnicos militantes y que se impone a quienes creen que "hacer política" es simplemente usar y abusar del poder subestimando al pueblo.
Lo concreto y lo real en el Perú de la hora presente, es que las "elites gobernantes", es decir los que gobiernan, dirigen u orientan el país y su futuro; terminan siendo las "chusmas gobernantes" , un variopinto mosaico de personajes que se des legitiman rápidamente, que no dan la talla; que desde las cúpulas de los partidos, manejan ambiciones, ignorancias, oportunismo e ingenuidad para ejercer el poder político y compartirlo o negociarlo con los grandes intereses económicos que son los que finalmente marcan el rumbo del país. Las cúpulas políticas que nos gobiernan, que tienen un ejercicio del poder; de un poder que es arrogante y que se cree impune. Que muestran un desprecio total por los gobernados; viven de rodillas ante la tecnocracia, ante el mercantilismo y las granjerías de los grandes intereses, que hacen que en el país la economía "supuestamente" funcione. No hay el más mínimo cambio en el modelo. Y el 2016 esta a la vuelta de la esquina señores.